Un estudio reciente llevado a cabo por la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios (IWMF), con sede en Washington, revela que el 73 % de los altos puestos ejecutivos está en manos de hombres, frente al 27 % que ocupan las mujeres. Además, a nivel global, casi dos terceras partes de los reporteros son hombres, frente al 36 por ciento mujeres. Su directora ejecutiva afirma que la industria está dominada por hombres a todos los niveles. No existe equidad en representación en las juntas directivas, ni equidad de sueldos a igual trabajo e igual experiencia, o igualdad de acceso o representación en puestos directivos o masa crítica de mujeres periodistas en una redacción.
La presencia femenina se ha ampliado y diversificado gradualmente en todos los medios de comunicación, pero las periodistas y comunicadoras todavía se enfrentan a marcadas desigualdades en el acceso a ellos. Aunque es cierto que la televisión cuenta con animadoras de programas y presentadoras, la presencia femenina no es muy destacada en programas de debate o en el análisis de temas relacionados con la política, la ciencia o la cultura. Existe evidencia de cómo la participación de las mujeres en los niveles de decisión de los medios de comunicación es restringida, ya que por lo común se les ubica en niveles medios, inscritas en una estructura dominada básicamente por hombres. Del mismo modo, son pocas las directoras de periódicos, subdirectoras y jefas de información, directoras de emisoras de radio y cadenas de televisión, así como dueñas de agencias de publicidad, lo que contrasta con la alta participación femenina en las escuelas de periodismo, ciencias de la comunicación y publicidad.
Las mujeres son mayoría en las aulas de las facultades de Ciencias de la Información y sacan mejores notas pero encabezan las listas de desempleados. Aunque las facultades de periodismo españolas ‘gradúan’ cada año a unos 2.500 estudiantes, el 69,6 por ciento mujeres, siete de cada diez licenciados en Periodismo son mujeres y la cifra de las demandantes de empleo y paradas casi dobla a la de los varones.
También es verdad que Internet ha hecho que el número de mujeres aumente en los medios, puesto que éste permite, además de conciliar vida laboral y familiar al trabajar desde casa, el que sea la mujer ‘la propia elaboradora y difusora’ de la información. Esta conciliación es uno de los ‘retos’ que habrán de concretarse para mejorar la situación de este colectivo.
Es cierto que en las asociaciones de periodistas se evidencia mayor número de directivas que de directivos y 12 de las 48 asociaciones que componen FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España) son presididas por mujeres. Pero aun así, la creciente incorporación de las mujeres al mundo del periodismo (son casi el 60% en las redacciones) no se ve acompañada por un ascenso de responsabilidad en los medios. Con lo cual el avance es escaso.
Se estima que hay de un 5 a un 15% de directivas en los medios, incluyendo a las jefas de sección, redactoras jefas, subdirectoras y directoras. Esta es la realidad de las mujeres periodistas.
Pero estos datos no deben hacer mella en nosotras, no debemos fijarnos en lo negativo. Nuestro ejemplo a seguir deben ser todas esas mujeres que nos demuestran que el sexo no importa como Ana Pastor, Oprah Winfrey, Laura Martínez, Lola álvarez, Angels Barceló. Por lo tanto, ante un medio hostil debemos ser positivas y pensar que realmente si se desea algo, si se trabaja duro, si somos constantes, las oportunidades llegarán, y es en ese momento cuando debemos demostrar nuestra valía, nuestra capacidad de trabajo, nuestros conocimientos. En esta época de crisis las empresas buscan resultados y os puedo asegurar que no se van a fijar en el sexo a la hora de alcanzar sus beneficios, así que dejemos a un lado los estereotipos y compitamos con fuerza y confianza luchando por el objetivo que nos hayamos propuesto. Ese es el camino.