Frenos a la mujer emprendedora

Los frenos que encuentra la mujer emprendedora dificultan, desde el comienzo, su labor e incluso pueden llevar al fracaso del negocio. Ser una mujer emprendedora genera dudas en los clientes sobre la capacidad de la mujer para garantizar su trabajo. Hay clientes que desconfían de la aptitud de una mujer, especialmente cuando es joven, para dirigir un negocio.

En nuestras investigaciones nos topamos con el caso de una emprendedora que decidió poner a su padre como director de la revista especializada que había creado, y afirma que con ello consiguió tener mucha más credibilidad frente a los anunciantes y clientes.

  

Otro freno importante es generado por las dificultades que encuentra la mujer emprendedora para conciliar la vida familiar y laboral. No todo el mundo ve con buenos ojos que una madre anteponga la agenda laboral a las necesidades de sus hijos y esto implica un coste psicológico extra para la emprendedora. Afortunadamente, podemos afirmar que cada vez son menos los que piensan así, y más los que aprecian que una mujer trabaje fuera del hogar.

 

Otros frenos importantes, pero que dejan de ser exclusivos de la mujer emprendedora son:

  • El principio es muy duro ya que la gente necesita ver las cosas funcionando y es difícil conseguir publicidad.
  • Existen problemas de falta de liquidez.
  • Desconocimiento al principio sobre cuestiones técnicas.
  • Necesidad de tomar las riendas de un negocio y realizar tareas necesarias para dirigir y administrar un negocio, que muchas veces quitan demasiado tiempo necesario para dedicarse a la labor productiva.

Deja un comentario