El pasado 23 de agosto Ana Carbajosa publicaba en El País un interesante trabajo sobre la situación actual del sector de la prensa. Todos los datos expuestos apuntan a la desaparición del negocio periodístico tal y como se conoce hoy en día. En la prensa diaria todo debe cambiar.
Las últimas tecnologías de la comunicación han provocado la modificación de hábitos en los ciudadanos, a los que cada día les cuesta menos acceder a la información a través de las pantallas (de cualquier tamaño). Y claro, los anunciantes se van detrás de sus clientes y van despoblando las páginas de los diarios impresos y los bolsillos de los editores.
Por regla general, los cambios son beneficiosos. El nuevo contexto en el que compiten las empresas del sector obliga a replantearse todos los aspectos de la gestión de un periódico. ¿Se puede ser más eficiente en la producción de la información? ¿existen mejores formas de comercializar el producto? ¿gestionamos de forma adecuada a los trabajadores en la actual sociedad de la información y el conocimiento? Los gestores de las empresas de comunicación deben responder a éstas y otras preguntas, pero quizás la pregunta más importante de todas es: ¿cual es su negocio? ¿qué función básica cumplen los diarios en la sociedad? ¿qué necesidad satisfacen en los ciudadanos? Una empresa que tenga una respuesta clara a estas cuestiones y sea capaz de proyectarla al futuro con una visión clara lo tendrá más fácil para tener éxito en este nuevo entorno.
La noticia al completo en El País.
Un enfoque académico del tema:
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