En mi suscripción a «la palabra del día«, una interesante iniciativa de Ricardo Soca, recibí el otro día ésta palabra tan relacionada con los medios de comunicación y que tanto peso está adquiriendo estos últimos tiempos debido a los soportes cada vez más interactivos con sus audiencias.
ombudsman
Don Hewitt, quien fue durante largos años el presentador del programa televisivo estadounidense 60 Minutes, fue quien universalizó esta palabra sueca al afirmar en 1978: «Somos el ombudsman de Estados Unidos» en referencia al periodismo de investigación que desarrollaba en la CBS. La palabra era hasta entonces desconocida fuera de Suecia, pero hizo rápida carrera a lomos del éxito del programa de Hewitt.
Este término se originó cuando los vikingos reinaban en Escandinavia, hablando una lengua que hoy se conoce como ‘noruego antiguo’. En el idioma de los guerreros de aquellas regiones heladas, el funcionario que intermediaba entre los ciudadanos y el gobierno, que hoy sería llamado ‘representante’, ‘comisionado’ o ‘mediador’, era el umbothsmathr, vocablo que a lo largo de los siglos evolucionó en sueco hacia ombudsman, un funcionario equivalente a lo que en países hispanohablantes se llama más comunmente ‘Defensor del Pueblo’ o, en los periódicos, ‘Defensor del Lector’.
La palabra de los vikingos estaba formada por umboth (comisión) y mathr (hombre).
En 1809, el gobierno sueco creó la oficina del justitieombudsman o ‘comisionado de justicia’, que se encargaba de investigar los abusos cometidos por funcionarios contra los ciudadanos. La idea de contar con un defensor de los ciudadanos se extendió durante el siglo XX. En 1919 el instituto fue adoptado en Finlandia, en 1954 en Dinamarca, en 1962 en Nueva Zelanda y, en 1966 en Gran Bretaña.
Los defensores del pueblo existen hoy en numerosos países latinoamericanos y en diversas provincias españolas, pero ninguno de ellos tiene oficialmente el nombre de ombudsman.
La idea del gobierno sueco tuvo un precedente en el Justicia de Aragón, que ejerce la representación del pueblo desde fines del siglo XII.
En Wikipedia se encuentra una acepción relacionada con los medios
El defensor del lector (en inglés, press ombudsman) es un cargo que existe en algunos medios de comunicación. Se encarga de atender las quejas y sugerencias del público y ayuda a que en la elaboración de los textos periodísticos se observen las normas profesionales y éticas del medio.
Y como ejemplo el enlace a la defensora del lector de El País: http://www.elpais.com/opinion/defensor/
España se incorpora con bastante retraso a la implantación de los «Defensores del… ciudadano». Creo que, en cualquier caso, son muy necesarios en la medida que cualquier organización -estatal, privada, política, comercial, etc.-, precisa de un intermediario que vele por el respeto hacia con los destinatarios de la actividad de cada organización. Las reglas de la relación a veces no son tenidas en cuenta por quien dispone de una mayor capacidad para violarlas, que suele ser la organización. Evitar ese abuso de posición de fuerza es lo que motiva, en sociedades que asumen un poderoso comportamiento cívico y ético, la figura del ombudsman. Los medios de comunicación en primer lugar, ya que de ellos emerge la información HONESTA para la conformación de la opinión pública. No deja de ser una relación muy desigual que se limita a reconocer, cuando lo hacen, errores que publicitan a través de una columna curiosamente lindante con las Cartas al Director. Pero, algo es algo.