Reporteras de guerra

Desde hace años, las mujeres periodistas han ocupado los llamados «puestos de hombres». Conocemos reporteras de guerra de gran prestigio como Olga Rodríguez, Mercedes Gallego, Carmen Sarmiento, Ivonne Ridley, Christianne Amanpour, Ana Politkovskay, Kathy Gannon, Sandra Nyaira y un largo etcétera. Todas ellas han cubierto conflictos armados de gran envergadura con una profesionalidad envidiable aunque sólo algunas han logrado el reconocimiento por parte de sus compañeros hombres.
El reportero de guerra Unai Aranzadi ha reconocido, en una entrevista a esta web, que las mujeres están igualmente preparadas o incluso más que los hombres y que estás podían llegar a muchos lugares inaccesibles para los reporteros. Aunque también nos aseguró que las mujeres suelen encontrarse, por desgracia, con más limitaciones que sus compañeros a la hora de conseguir una autorización en algunos países. Unai dijo recordar que en uno de sus últimos viajes a Afganistán una periodista española no pudo entrar a realizar su trabajo ya que en el aeropuerto de Kabul le negaron el acceso al enterarse de que estaba embarazada. Hoy en día, las reporteras tienen que hacer frente no sólo al peligro físico y a la falta de medios, sino además deben luchar contra los abusos sexuales de los militares y las imposiciones de sus jefes. Judith Matloff es profesora de la Escuela de Periodismo de Columbia y fue corresponsal durante varios años para Reuters. Ella asegura que las reporteras son “blanco en lugares sin ley en los cuales las armas son comunes y los castigos raros”.

Otra de las corresponsales que han sido muy criticadas por sus colegas, hombres y mujeres, ha sido Ivonne Ridley, corresponsal del periódico británico Sunday Express, que tras pasar diez días secuestrada por los talibanes tuvo que enfrentarse a muchas críticas por haber dejado a su hija. ¿Acaso los hombres no tienen hijos?


Para profundizar acerca de la situación de las reporteras en los conflictos armados, a día de hoy, conocemos dos obras ineludibles: Diamante de sangre, una película de Edward Zwick, y
Más allá de la batalla
, un libro de Mercedes Gallego. El documento audiovisual recoge la aventura de una intrépida reportera en África, mientras que el texto refleja la experiencia personal de su autora como corresponsal de guerra en Irak. En ambas obras la mirada femenina no pasa inadvertida y demuestra que la presencia de mujeres en el clásico mundo de hombres es muy enriquecedora.

 

Por Othman Saadi Haddach

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